martes, 13 de octubre de 2009

Jens Lapidus: Dinero fácil

Idioma original: sueco
Título original: Snabba Cash
Año de publicación: 2009
Valoración: Recomendable

La literatura, como cualquier otro producto de consumo, va por rachas. ¿Que Seda vende muchos ejemplares? Pues se publican un montón de novelitas cortas, con trasfondo exótico e historia de amor incluida. ¿Que El código Da Vinci tiene éxito? Pues se sacan a la venta tropecientas novelas de no menos de 700 páginas que hablen de templarios, masones, guerras religiosas y conspiraciones mundiales. Ahora le ha llegado el turno a la novela escandinava. Mejor dicho, a la novela negra escandinava; hilando aún más fino, a la novela negra sueca. Después del boom Stieg Larsson, nos metimos de cabeza en el mundo literario de Asa Larsson (nada que ver con el anterior, a pesar de tener el mismo apellido), Camilla Läckberg, Henning Mankell... y, por fin, Jens Lapidus.

Lapidus es el autor de Dinero fácil, primer libro de la Trilogía negra de Estocolmo. Si bien los autores que he citado antes se dedican más a la novela negra tradicional (hay un asesinato, una serie de sospechosos, un investigador y un puzzle que resolver), Lapidus se centra en el género policíaco puro y duro, y nos presenta un Estocolmo poblado de tratantes de blancas, traficantes de drogas, pijos cocainómanos, prostitutas y chulos. Así, conocemos a JW, un joven de clase media con sueños de grandeza que se hace traficante de cocaína, a Jorge, un traficante escapado de la cárcel deseoso de escalar puestos en el mercado, a Mrado, un chulo, matón y traficante sin escrúpulos que tan pronto le da una paliza a alguien que no ha pagado como sale a pasear con su hija pequeña, y a otros muchos personajes que pueblan los bajos fondos de la capital sueca.

Con una prosa ligera y rápida (algo que se agradece, puesto que el libro tiene más de 600 páginas), Lapidus, como sus predecesores, se empeña en demostrar que Suecia no es el paraíso civilizado que creemos y que también allí hay delitos de drogas, asesinatos, prostitución y gente sin escrúpulos para los que una vida humana no vale más que lo que se puede ganar con ella. Pero también construye una novela entretenida, sin cabos sueltos, que mantiene al lector pegado a las páginas y le hace desear que el resto de la trilogía se publique cuanto antes.

También de Jens Lapidus en ULAD: Nunca la jodas, Una vida de lujo

6 comentarios:

Santi dijo...

Para mí Lapidus siempre será Frank Lapidus, el piloto de helicóptero que aparece en Lost :)

Que conste que Henning Mankell (que por cierto creo que acaba de publicar nueva novela) llevaba ya unos años dando vueltas con su Inspector Wallander antes de que sobreviniera el huracán Larsson... Otra cosa es que igual le ha venido bien el éxito de este otro para que la gente vuelva a fijarse en él...

Una curiosidad que descubrí en un viaje a Escocia, y que va en la línea de las "modas editoriales", es que existe un autor al que llaman "la respuesta de Glasgow a Ian Rankin" (que es de Edimburgo, claro): Alex Gray, que pretende disputarle, con poco éxito, su lugar como rey del Tartan Noir. Es como si alguien escribiera: "Gabriel Celaya: la respuesta de Guipuzcoa a Blas de Otero"...

Jaime dijo...

Sí, es curioso lo que comentas de las rachas, Izas. ¿Y qué creéis: tiene más mérito el que inaugura una de esas rachas de géneros? ¿Será que el primer autor consigue dar con algo que, de algún modo sutil, el público anda pidiendo? ¿O es, sin más, que la novela triunfa, por cualquier cosa, y luego se apuntan todas las editoriales al carro? ("Eh, Krynndsen, deja ya tu maldita novela-río y escribe algo sobre putas y yonkis, que es donde está la choja.") ¿Pero qué es exactamente "cualquier cosa"? ¿Qué motivos hacen que cuaje un éxito editorial y el metro se llene de gente que acarrea trabajosamente tochazos de mil páginas?
Si no queréis responder a mis preguntas, lo entenderé. Siempre podemos hablar de hombrecillos violetas, que es más entretenido...

Santi dijo...

Hombre, yo al que inaugura las rachas todavía le reservo cierto respeto. E incluso a quien toma un modelo de estos e intenta hacerlo propio, también (después de todo, así se han creado muchos géneros tradicionales como la novela picaresca, la pastoril, la gótica...)

Lo que no soporto es la gente que se sube al carro con el claro propósito de sacar el máximo rendimiento a una moda de estas con el mínimo esfuerzo. Un ejemplo es toda esa gente que ha corrido a publicar El verdadero Código Da Vinci, Descifrando el Código Da Vinci, El Código Leonardo, El secreto del código, etc.

De todas formas, yo diría que la novela histórica y la novela policiaca (incluida la de espías) hace tiempo que están instaladas como subgéneros best-sellerianos fundamentales -la ciencia ficción, la fantasía y el terror diría que están algo por detrás, aunque no tengo datos reales, es sólo una impresión. Los Pilares de la Tierra, por ejemplo, es de hace 20 años nada menos...

izas dijo...

Hombre, yo creo que el que inaugura una racha tiene mucho mérito. Y también es cierto que gracias a esas rachas algunos autores publican buenas novelas que no se hubieran publicado de otro modo.

Pero también es cierto, como dice Santi, que luego aparecen subproductos y verdaderos bodrios que no hay por dónde coger, pero claro, como están de moda y tienen tapas duras, pues se venden.

Y sí, Lapidus siempre será el piloto de Lost. Y John Locke nunca más será un filósofo, sino el calvo pirao ;)

Santi dijo...

Bueno, pues ya me he terminado este libro. Y la verdad es que no me ha gustado mucho; quiero decir, incluso dentro de su género, me ha parecido demasiado palabrero, con partes de mucha acción y otras partes que son un poco peñazo. Y si un libro que no pretende ser otra cosa que una novela de acción, resulta que a ratos aburre, pues es bastante mala señal...

(Anécdota personal: fue el primer libro que me compré directamente en eBook, en la ya casi olvidada Libranda)

izas dijo...

Vaya, pues yo me lo pasé pipa con él. No es que sea un libro que me cambiara la vida, pero sí me gustó bastante.

Tendremos qeu ver la peli, Santi, a ver si tampoco coincidimos en eso :P

(¿Libranda todavía existe o se fue al garete?)