miércoles, 29 de junio de 2011

Valentín Fuster y José Luis Sampedro: La ciencia y la vida


Idioma original: español
Año de publicación: 2008
Valoración: Está bien

Con esta reseña me gustaría romper una lanza a favor de la palabra. No de la escrita, naturalmente, pues eso ya lo hace este blog, me refiero al placer de conversar, de escuchar lo que alguien explica con calma, recreándose en la pura palabra, sin que le atosigue la impaciencia de los oyentes. Me encanta imaginar esas reuniones en las que los participantes disfrutaban tanto del objeto de la conversación como de su forma, revivir los momentos irrepetibles en que los grandes conversadores tomaban la palabra y que, por el hecho de ser privados, ningún archivo registra; admiro a los ilustres contertulios de finales del S. XIX y principios del XX que no posaban ante ninguna cámara ni esperaban recompensas materiales, sólo el placer de la compañía y del diálogo en sí, y cuya extensa cultura, sabiduría natural, experiencia de la vida o lo que fuere les prestaron su facilidad de palabra. En esto que, por desgracia, ha dejado de ser costumbre y que espero se reanude uno de estos siglos consiste el arte conocido como literatura oral.

Fue en una de esas ocasiones (raras) en las que la gente – todavía – se reúne sólo para hablar dónde se propuso esta obra. Con su lectura he disfrutado del privilegio de escuchar – en primera fila y sin ser vista – a dos hombres preocupados por el presente y el futuro de los valores humanos y por cuestiones filosóficas, científicas, sociales y éticas de vital interés.

Dos personalidades muy distintas pero complementarias (uno con formación social y literaria, el otro con una vertiente más científica y ejercitado en la relación con el paciente), llenas de sensibilidad y con una razonable proporción de idealismo, pondrán sobre la mesa temas tan diversos como la primacía que la globalización adjudica al dinero en detrimento de otros valores, el potencial de los pequeños para influir en la marcha de la historia, la falta de reflexión a que conduce la vida acelerada, la urgente necesidad de humanizar la medicina y de educar tempranamente en la prevención, la actitud necesaria para ser felices, el condicionamiento que sufre constantemente la opinión pública o la creeencia en una vida trascendente.

José Luis Sampedro y Valentín Fuster nos obsequian con el tesoro de su lógica y dan forma con toda sinceridad a unas inquietudes que son las de todos o deberían serlo. Pero al tratarse de un documento exclusivamente oral – ya que ellos sólo hablaron, no escribieron nada –, lo que dicen pierde algo de su esencia desde el momento en que se traslada al papel. Porque lo que no llega a los lectores (elementos no verbales como pausas, entonación, gesticulación, expresiones faciales, fisonomía del entorno) también es imprescindible. Por eso – y aunque lo que ha quedado para la posteridad no carezca de interés –, el texto, por el mero hecho de serlo y sin quitarle el mérito que tiene, mutila de alguna forma la conversación propiamente dicha que tuvo lugar durante tres días en Cardona hace ya cuatro años.

También de Sampedro: La sonrisa etrusca

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