jueves, 24 de mayo de 2012

Gilles Deleuze y Tiqqun: Contribución a la guerra en curso

Idioma original: francés
Título original: "Qu'est-ce qu'un disppositif" y "Une métaphysique critique pourrait naître comme science des dispositifs..."
Fecha de publicación: 2012
Valoración: muy recomendable

Se reúnen aquí en un solo volumen, traducidos, dos textos ya publicados previamente en Francia: uno del filósofo post-estructuralista Gilles Deleuze y otro de un colectivo de autores que firma como Tiqqun. Tiqqun era el nombre de una revista francesa de filosofía que apenas duró dos años (entre 1999 y el 2001), pero que se ha ido haciendo célebre en parte por la radicalidad política y tono poético de sus textos (reeditados en diversos libros desde su cierre) y en parte porque a uno de sus redactores -Julien Coupat- lo detuvieron en Francia en 2008 acusado de sabotear líneas de tren e incitar a la insurrección. Coupat es también uno de los autores que escriben bajo el pseudónimo "Comité invisible", responsables de un libro que ya recomendé aquí: La insurrección que viene.

El texto de Deleuze es una relectura del proyecto general de Michel Foucault, y defiende que la categoría central del mismo es la de "dispositivo". Tiqqun arranca de aquí para hacer un diagnóstico de nuestras sociedades contemporáneas, aparentemente mucho menos represivas que las sociedades disciplinarias de las que hablaba Foucault, pero en realidad atravesadas de "dispositivos" que encauzan de continuo nuestra conducta. Su proyecto es filosóficamente potente. No se trata, sin más, de aportar una "crítica" más a la sociedad contemporánea, sino de elaborar lo que ellos llaman "metafísica crítica", entendida como una ciencia de los dispositivos. Entre sus referencias teóricas están, desde luego, Foucault y Deleuze, pero también otras voces autorizadas de la filosofía más, digamos, radical, como Giorgio Agamben o Hardt y Negri. Curiosamente se percibe también a menudo un aroma heideggeriano, coherente con el intento de hacer metafísica en tiempos post-metafísicos, pero también sorprendente porque las consecuencias políticas de uno y otros no pueden ser más opuestas, claro...

El libro no es de fácil lectura. Los de Tiqqun tienen su propia jerga (como hablar de "Bloom" en vez de decir "individuo" o similar) y las ideas son, en algunos casos, tan novedosas que no entran a la primera. Comparado con La insurrección que viene, este parece un libro mucho más maduro. Pese a la voluntad claramente revolucionaria no se cae aquí en una ingenua exaltación de la guerrilla. Aquí se deja bien claro que la destrución directa de los dispositivos no arreglaría nada de por sí, sino que parece imprescindible entenderlos antes y encontrar luego la manera de neutralizarlos, por decirlo así. Suena a Matrix, sí.

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