miércoles, 27 de mayo de 2015

China Miéville: Un Lun Dun

Idioma original: inglés
Título original: Un Lun Dun
Año de publicación: 2007
Valoración: recomendable

Este es uno de esos libros (no muchos, que conste), enviados por la editorial para ver si tenemos a bien reseñarlo, y no ponerlo a caldo. Y no, pueden quedarse tranquilos los amigos editores: no lo voy a poner a caldo.... Lo primero que me llevó a pedir el libro a la editorial fue sobre todo el autor, China Miéville, del que hace tiempo leí otro libro que me encantó, la novela policiaco-fantástico-weird La ciudad y la ciudad. Y también el título y el resumen, que prometían un viaje a una versión alucinada y deformada de Londres a través de la peculiar imaginación del escritor británico. Y aunque se trata de una obra del género juvenil, y no suelo leer muchas obras de este tipo (las últimas que leí creo que fueron las de la serie de Harry Potter), me decidí a leerlo. Y ahora, a reseñarlo.

Un Lun Dun (un título que en el original juega con el nombre de UnLondon, la contrapartida fantástica de Londres en la que transcurre la mayor parte de la acción) cuenta las aventuras de dos niñas, Deeba y Zanna, que de pronto se ven convertidas en protagonistas de la guerra que los habitantes de Alondres mantienen contra el Esmog, un malvado monstruo hecho de humo, contaminación y basura. Allí encontrarán toda una galería de personajes extraños, como el mediofantasma Hemi, el costurero Obaday Fing que lleva los alfileres clavados en la cabeza, o el conductor Jones, un conductor de autobús de Londres que ahora ejerce en Alondres en un clásico autobús de dos pisos.

Naturalmente, siendo este un libro de género juvenil, así que ya suponía que el mundo inventado no iba a ser tan oscuro ni tan violento como el de La ciudad y la ciudad; lo que hay es un derroche de imaginación, por momentos apabullante, que se manifiesta en la creación de personajes, de criaturas y de espacios urbanos grotescos. Alondres, esa ab-urbe a la que llegan todas las cosas que ya no sirven en la ciudad de Londres, es sin duda lo mejor de la novela. En la nota final se agradece, entre otros, a Lewis Carroll o a Neil Gainman la inspiración y los antecedentes; personalmente me sorprende que no aparezca en esa lista el recientemente fallecido Terry Pratchett, ya que este Alondres me ha recordado por momentos al Ankh-Morpork del Mundodisco (aunque sea mucho más contemporánea, claro).

La mayor crítica que le hago al libro es que, sobre todo a partir de la mitad, abandone algunos de los elementos originales de la trama (la dinámica entre las dos chicas protagonistas funcionaba muy bien, por ejemplo) y se encaje demasiado perfectamente en el viejo esquema épico del héroe (heroína) que tiene que superar una serie de pruebas, encontrar un objeto mágico y derrotar al villano para reinstaurar el orden. Es algo que le pasa también a Terry Pratchett, por cierto: es muy original en el planteamiento de sus tramas, y muy tradicional en la forma de resolverlas. Esa segunda mitad, sinceramente, se me ha hecho un poco larga.

Pero en conjunto, Un Lun Dun es un buen entretenimiento y una buena recomendación para jóvenes lectores, en el que Miéville muestra una vez más su prodigiosa imaginación para crear mundos alterantivos. En el original, por lo que leo, la obra incluía unas ilustraciones del autor que en la edición española no se incluyen, lo que es una pena. En todo caso, no quería terminar la reseña sin hacer mención a la traducción de Gema Facal Lozano y Joan Eloi Roca: en una obra que juega tanto con el lenguaje, y en el que muchos de los nombres de personajes y lugares tienen un doble sentido, creo que han hecho una labor excelente que el lector agradece.

Traducción

También de China Miéville en ULAD: Un Lun Dun

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por la reseña, y sobretodo por el aviso de la mutilación de la obra original, ¡por poco me lo compro!
Por mi parte, sabiendo que han eliminado parte del material original realizado por el autor (¡cualquiera les deja editar El principito!) no pienso comprar ese libro, ni ningún otro de Oz Editorial. No entiendo ese menosdesprecio por los libros ilustrados. Hay gente que no merece tener ojos.

Anónimo dijo...

Perdón por el lapsus cálami.
*menosdesprecio -> menosprecio