Páginas

martes, 17 de octubre de 2017

Rubem Fonseca: Bufo y Spallanzani

Idioma original: portugués
Título original: Bufo & Spallanzani
Año de publicación: 1985
Valoración: Muy recomendable

Gracias a dios que hace tiempo que la novela policiaca no se considera como un género menor, sin importancia o interés; ya casi nadie se atrave a despreciar un género que nos ha dado las novelas de Camilleri, Petros Markaris, Manuel Vázquez Montalbán o Leonardo Padura, por mencionar a unos cuantos. Y es en esa digna tradición de la novela policiaca bien escrita y bien pensada donde se sitúa Rubem Fonseca, escritor brasileño de justa merecida fama internacional.

Hace ya algún tiempo que reseñé por aquí El seminarista, una novela que clasifiqué como "divertida"; sin embargo, después de leer Bufo y Spallanzani, aquella otra empalidece y parece claramente una obra inferior, por su menor complejidad y ambición. En Bufo y Spallanzani, el enredo policiaco existe (de hecho adopta la clásica forma del whodunit, del crimen violento que el detective debe resolver), pero este enredo es secundario en una obra que juega a crear distintos niveles narrativos y textuales superpuestos, casi como Si una noche de invierno un viajero de Italo Calvino aunque con más humor.

En realidad, crímenes hay tres, sucedidos en tres momentos y lugares diferentes: el asesinato de la millonaria Delfina Delamare; el supuesto fraude de un hombre que se finge muerto para cobrar el seguro; y el asesinato de una mujer en una villa de retiro en medio de la selva. Lo que los tres crímenes tienen en común es la coincidencia de dos personajes: el escritor (y narrador encubierto de la novela), Gustavo Flavio, antes conocido como Ivan Canabrava, y el policía Guedes, que se encargará de investigar los tres crímenes en distintos momentos de su carrera.

Pero como digo, lo de menos es al final descubrir quién cometió los tres crímenes; lo mejor es el juego de historias dentro de historias; de voces que se suplantan unas a otras, con distintos nombres y distintas personalidades; las autoreferencias metaliterarias (el escritor Gustavo Flavio está obsesionado con escribir una novela titulada Bufo & Spallanzani) o el sentido del humor propio de Rubem Fonseca, que se manifiesta en su estilo desenfadado (que, una vez más, no sé cómo habrán conseguido mantener en la traducicón española), y en la galería de personajes alocados que rodean a los protagonistas y que crean un mundo tan irreal como creíble.

Tengo entendido que esta es la obra maestra de Rubem Fonseca, y como decía al principio, comparándola con El Seminarista se ve claramente que existe en esta una mayor ambición, una complejidad mucho mayor y un deseo consciente de experimentar con la forma y con el género. En todo caso, si la calidad de las obras (y el placer de lectura que proporcionan) se mantiene en el nivel de estas dos, no cabe duda de que vale la pena seguir leyendo al escritor brasileño. Sobre todo, si eres amante de la buena literatura policial.


Del mismo autor: Vastas emociones y pensamientos imperfectos, El seminarista, El gran arte,

3 comentarios:

  1. Agosto y El gran arte me parecen aún mejores.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  2. Por cierto Bufo se llama también el sapo de Louis Kehlweiler, el investigador -policía retirado- protagonista de varias novelas de Fred Vargas Ahí lo dejo...

    ResponderEliminar
  3. Si no estoy equivocado esta misma novela fue publicada como "Pasado negro" hace mas de treinta años por Seix Barral. Aunque me parece una buena novela coincido con José Martínez Ros en que "El gran arte" me parece aún mejor

    ResponderEliminar

Deja a continuación tu comentario. Los comentarios serán moderados y solo serán visibles si los aprueba un miembro del equipo.