jueves, 12 de abril de 2018

CONCURSO ENSADA DE RESEÑAS: Segundo premio. Begoña Huertas: El desconcierto por David Villar

Idioma original: español
Año de publicación: 2017
Valoración: Muy recomendable/Imprescindible 

El desconcierto es levantarse un día y que te digan que tienes cáncer. Sentir tu cuerpo como un enemigo, como un adversario, como algo ajeno a la persona que eras hasta ahora. “La enfermedad te transforma el yo, y de repente eres un yo que no conoces. Ahí está el desconcierto. Este libro trata de poner orden en ese caos", en las propias palabras de la autora.

Pero que nadie se equivoque, no estamos ante un libro de autoayuda. Begoña Huertas rehúye lo panfletario y no ofrece un texto amable, redentor, de superación. No es eso. Este es un libro sobre la enfermedad, sobre lo jodido que es estar enfermo, sentirse enfermo, saberse enfermo.

¿Es “El desconcierto”, entonces, un testimonio? Tampoco, o no sólo es eso. Este libro —novela, me atrevería a llamarla— ejerce de diario, sí, pero también de brillante monólogo interior, de expurgo de demonios, de metaliteratura.

Porque es sobrecogedor ver cómo Begoña Huertas, escritora, intenta encontrar refugio en las palabras. Y no lo halla. Y se lamenta de que tantos escritores enfermos (Proust, Baudelaire, Dostoievski,...) apenas pasaron por encima de su enfermedad, como si esta les avergonzara o les empequeñeciera, como si consideraran algo indigno escribir sobre ella. 

Hasta que un buen día llega a sus manos “La muerte de Iván Ilich”, de Tolstoi, y ahí, agazapadas, están las palabras que la autora demandaba de la literatura universal. En sus páginas encuentra Begoña Huertas el asidero literario al que aferrarse, ¡al fin!, y la reivindica como la gran novela universal sobre la enfermedad (para el que esto escribe, “La muerte de Iván Ilich” también es la gran novela universal... sobre la muerte, sobre el hecho de morirse; ojo al matiz). La apología que desde “El desconcierto” se hace de esa obra de Tolstoi es vehemente, elevadora, necesaria. 

Como también lo es cuando Begoña Huertas nos invita a detenernos en las obras póstumas de David Bowie y Leonard Cohen, y ver el distinto tratamiento que ambos músicos tuvieron ante el adiós. ¡Uauh!, los pelos como escarpias. Un ejercicio melómano apasionante para quien quiera reflexionar un rato sobre la muerte (o no pueda dejar de hacerlo) y desee ponerle banda sonora a esa reflexión. Aviso para navegantes: duele.

Y todo este testimonio-diario-musical-metaliterario (“El desconcierto” es en verdad inclasificable) lo hace sin una concesión a la pazguatería: Begoña Huertas no quiere que la consideremos una heroína, ni reparte lecciones sobre ser fuerte, ni gazmoños consejos bucaycoelhianos. Lo que cuenta es tan efectivo que no necesita ser efectista. Es más, da la sensación de estar ante un texto tan sincero, tan directo, que la autora lo escribiera para ella y para nadie más. Escribir para volver a reconocerse, para volver a ser Yo.

Por todo, libro que no puedo dejar de recomendar. Hacen falta agallas para adentrarse en él, pero la considero de lejos la mejor lectura en lo que llevo de 2018. ¡Y aplaudo sobre todo el ataque que hace al mal llamado “pensamiento positivo”! La ensayista Barbara Ehrenreich lo tenía claro: "El pensamiento positivo es en realidad un brillante método de control social, ya que anima a la gente a pensar que no hay nada malo en el sistema (la economía, la contaminación ambiental), y que lo que está mal tiene que ver con usted, con la actitud personal de cada uno".

Combatamos esta gran mentira postmoderna del positivismo por el positivismo. Y aprendamos a leer/escribir sobre temas incómodos como la enfermedad, la decrepitud, la muerte.

Begoña Huertas lo ha hecho. Y ahí reside la Literatura.

3 comentarios:

viuda de Tom Bombadil dijo...

Hola, me ha encantado la reseña. Sin duda este libro entrará en mi lista de compra ya.
Otra cosa, yo también estoy hasta los ovarios del pensamiento positivo. Harta de los discursos de que hay que ser feliz a toda costa y que leer libros de autoayuda o a Coelho, Bucay, etc. me ayudará a conseguirlo. Ganas de vomitar!!

Montuenga dijo...

Hola. Pues resulta que Sonríe o muere también lo hemos comentado en ULAD, por si quieres echar un vistazo a la reseña.
http://unlibroaldia.blogspot.com.es/2013/11/barbara-ehrenreich-sonrie-o-muere-la.html?m=1
Saludos

viuda de Tom Bombadil dijo...

Hola, acabo de leer la reseña y lo siento por Begoña Huertas que desciende un puesto en mi lista para leer antes Sonríe o muere.

Gracias y un saludo