miércoles, 4 de abril de 2018

Stephen King y Owen King: Bellas durmientes

Idioma original: inglés
Título original: Sleeping beauties
Traducción: Carlos Milla Soler
Año de publicación: 2017
Valoración: se deja leer

Poco vamos a contar de la figura de Stephen King, probablemente uno de los autores más conocidos dentro del género fantástico y de terror. Confieso haber leído muchas de sus novelas de terror en mis años de adolescencia y, después de detectar ciertas similitudes entre ellas, aparqué su lectura hasta hace relativamente poco cuando leí, devoré, me impresioné y emocioné con la gran «Duma Key» y repetí con «22/11/63», que también encontré fascinante. Pero vino «Mr. Mercedes» y la decepción fue mayúscula; no encontré nada ahí de lo que me gustaba del autor. Pero le di otra oportunidad, esta en concreto. E hice mal.

¿De qué trata el libro? Pues empieza con la enigmática aparición de una chica, en medio de la naturaleza, cerca de una caravana, próxima a la localidad de Dooling, que acaba en el asesinato de los dos hombres que se encontraban en ella; sorprendentemente, una joven que estaba en compañía de ellos lo contempla sin ser amenazada, pues la misteriosa chica, Evie, de hecho, la salva de la situación en la que se encontraba.  Mientras esto ocurre, un extraño suceso iniciado en Australia va reproduciéndose a lo largo del planeta: mujeres que quedan adormecidas mientras se les va formando una especie de algodón en el cuerpo, como envueltas en un capullo de una sustancia pegajosa. De igual manera, en la cárcel del condado, empiezan a aparecer un conjunto de mariposas que solo ven alguna de las reclusas. Y ahí tenemos el escenario de la historia: una misteriosa chica con un estrecho vínculo con la naturaleza y la fauna, un pequeño pueblo donde sucede un hecho sobrenatural, y habitantes con ganas de aclarar qué ocurre y evitar, por supuesto, que las mujeres queden dormidas ya que, en caso de quererlas despertar, uno no desearía estar cerca de ellas pues se convierten en seres altamente agresivos.

Con este argumento, la novela empieza como es habitual en el autor: rápidamente procede a la presentación del escenario e introducción de los personajes. La descripción del entorno es clara: pueblo pequeño en un entorno de montaña, donde uno es casi capaz de verse entre árboles frondosos y poblaciones vecinas semiabandonados. Lamentablemente, la caracterización de los personajes es bastante inferior, por su absoluta falta de profundidad. En cualquier caso, establecidas las piezas maestras de la historia, tenemos los personajes principales definidos, la ubicación de la escena y el suceso.

Pese a su prometedor inicio, la narración no engancha, por varias razones. A medida que avanza, el libro va incorporando personajes que, en la mayoría de los casos, aportan más bien poco; además, son presentados a menudo con historias de su pasado que no tienen nada que ver con la historia narrada (ni la tendrán), dando la sensación que nos los va presentando porque los necesita para «utilizarlos» al final del libro. Lamentablemente, este hecho lastra la lectura pues, en una novela de este tipo, uno necesita acción, necesita que ocurran cosas; el pasado de los personajes importa más bien poco, puesto que no forma parte de la historia, ni siquiera para justificar las decisiones que tienen los personajes. Tampoco contribuye al interés la narración, altamente discontinua: hay momentos cautivadores pero muchos episodios que no interesan.

Creo que Stephen King ha abusado tanto de las intrahistorias de los distintos personajes que uno casi olvida el motivo central del libro. Y eso, en un libro de misterio o miedo, es un gran problema. Lamentablemente, se hace evidente que Stephen King ha perdido contundencia, capacidad de sorpresa, ritmo narrativo e impacto. No asusta ni convence, las reflexiones sobre el mensaje que quiere que tenga el libro y que apunta de manera más o menos interesante se diluyen entre tantas páginas insustanciales. Que el autor ha dejado de ser el que era, que ha perdido su «toque», su habilidad, ya lo vimos recientemente en «Mr. Mercedes». Pero escribir un libro de más de setecientas páginas donde las primeras cuatrocientas se podrían reducir a una cuarta parte es un abuso a la paciencia del lector. Que tengas que llegar a más de la mitad del libro para ver qué hay detrás de la historia, es excesivo. Pero es que encima, su tramo final es para terminar muerto… de risa. Y me sabe mal decirlo, por el gran respeto que tengo al Sr. King, pero no se puede llegar al clímax y desenlace de la novela, en un momento de supuesta tensión y que algunos personajes de golpe les dé por hacer chascarrillos. Lo siento, pero no. Hasta aquí podíamos llegar. Y no hablaré del supuesto mensaje feminista con el que se promociona la novela, pues creo que únicamente sirve como reclamo.

No sé hasta qué punto la participación del hijo en la novela ha tenido influencia en el resultado y si la valoración final del libro se debe a su participación en el proyecto. Tengo serias dudas, pero si como parece ser, uno de los maestros de la novela fantástica quiere pasarle el testigo a su hijo, este lo tendrá realmente crudo por la inmensa figura del padre con el que irremediablemente se le comparará, pero también tendrá algo más contra lo que lidiar: necesitará un cambio de registro o romper la tendencia iniciada en este libro. El apellido que lleva pesa mucho, y si quiere escribir novelas del género ampliamente dominado por su padre, lo tendrá muy crudo porque a mí, este libro, en ocasiones me ocurría como las protagonistas y necesitaba mucho esfuerzo para no cerrar los ojos y quedarme, como ellas, en estado durmiente.

Todas las reseñas de Stephen King en ULAD: aquí

16 comentarios:

Marian dijo...

¡Hola! Me pasó como a ti con este autor, que lo leí todo de jovencita y me terminé hartando, hasta hace poco que leí Mr Mercedes, que aunque me gustó, tampoco consiguió que renacieran esas ganas de leerle
Saldudos

Marc Peig dijo...

Hola, Marian. La verdad es que, con la cantidad de libros que ha escrito a lo largo de su vida, es difícil no repetirse. Quizá de ahí el motivo de cambiar el estilo, aunque el resultado no lo acompañe. Es una lástima porque es un gran escritor.
Muchas gracias por comentar la entrada.
Saludos
Marc

Oriol dijo...

Yo soy un fan acérrimo de King, pero hará cosa de tres años que dejé de leerme todas sus novedades. "La Cúpula", "Full Dark, No stars" y "Mr. Mercedes" son los tres libros más recientes que he leído de este autor, y aunque no están mal, son perfectamente olvidables. Creo que los problemas de King son:

1-Como bien apuntas, Marc, su inmensa bibliografía. Habiendo escrito tanto, es difícil no repetirse.

2- El ritmo de trabajo que se impone. Quizás si publicara menos seguido, si dejara que las ideas maduraran más... A la postre, la técnica la ha asumido, pero las historias podrían mejorar le dedicara más tiempo a su conceptualización.

3-Su obsesión por ser versátil. Le acompleja que le encasillen, y quiere demostrar que domina más variedad de registros. Que quede claro que admiro ese valor. Además, ha demostrado que es capaz de hacer dramas íntimos (Dolores Clairbone), terror (¿hace falta que nombre algún ejemplo?) o fantasía (La Torre Oscura y ciertos relatos sueltos). No obstante, ciertos géneros se le atragantan (csi-fi, policíaco, depende de qué tipo de fantasía), y sigue perseverando en ellos de todos modos. Loable, claro, pero luego los resultados son los que son.

Javier Ventura dijo...

Siempre me ha parecido curioso, estos libros escritos por dos autores; no entiendo muy bien cómo pueden arreglarse (Stephen King ya lo hizo anteriormente con Peter Straub que yo recuerde).
Indecente por cierto, la faja del libro tapando íntegramente el nombre del hijo de King. De hecho cuando vi la novela en las estanterías, ni me di cuenta de que su hijo era también autor.
Me quedo con tu recomendación de Duma Key; en la última década sólo he leído 22/11/63, que me pareció excelente, y de vez en cuando, merece la pena volver a disfrutar de Stephen King como cuando lo devoraba de adolescente!
Gracias Marc!

Marc Peig dijo...

Hola, Oriol. Sí a todo lo que apuntas, con un matiz respecto al tercer punto ya que, como apunta Javier Ventura en su comentario. «22/11/63» es una gran novela (excelente en la recreación de los años sesenta, uno casi se siente ahí en esos coches descapotables y oyendo esa música tan característica de la época). Pero sí, en conjunto es lo que expones perfectamente,
Javier, harás bien en leer Duma Key pues mezcla elementos fantásticos con ciertos toques introspectivos y de reflexión personal que creo que están muy bien logrados. Y lo de la faja creo que está hecho adrede (su hijo apenas había escrito algo hasta esta colaboración).
Gracias a los dos por comentar.
Saludos
Marc

Oriol dijo...

¡Tenéis razón, mucho me han hablado de "22/11/63" y debo leerlo! Gracias por recordármelo. Y ahora me han venido a la cabeza los ensayos de King ("Mientras escribo" y "Danza macabra"), otro género que parece cultivar de forma notable, aunque poco frecuente.
Un fuerte abrazo.

Marc Peig dijo...

Hola, Oriol. De «22/11/63» también hay la serie, pero no le llega ni a la suela de los zapatos, pues pierde gran parte de retrato social y se centra principalmente en la preparación del asesinato de Kennedy. Una lástima. Siempre (o casi) es mejor el libro que su adaptación.
Saludos
Marc

Anónimo dijo...

Hola Marc, en un escritor con una obra tan basta es posible este tipo de fallos. El tema de la extensión en las novelas es todo un punto. Lo señalo porque lo dices en la reseña: como los escritores no son capaces de concentrar o sujetar su escritura en beneficio del lector. Recuerdo ahora enormes novelas que no llegan a las 300 páginas: País de nieve o El gran Gatsby. Creo que son muy pocos los escritores que pueden sostener el ritmo y el interés por la historia en las novelas muy extensas.

Saludos

Gabriel

Anónimo dijo...

Perdón, es vasta. El predictor del celular me jugó una mala pasada.

Gabriel

Marc Peig dijo...

Hola, Gabriel. Ciertamente, habría que calibrar mejor la extensión de ciertas novelas, pues el tiempo es limitado y los libros a leer son muchos. Flaco favor hacen al lector si una novela que se podría quedar en 300 páginas acaba ocupando más de 700 porque lo más probable es que el lector abandone a media lectura. Yo no lo hice, por respeto al escritor que grandes días de lectura me ha dado en el pasado, pero estuve más que tentado en hacerlo.
Y sí, hay grandes novelas con muy corta extensión. De hecho acabo de leer «La analfabeta», de Agota Kristof, que con unas 50 páginas le bastan para hacer un gran libro. Habrá reseña, por supuesto ;-)
Saludos y gracias por comentar.
Marc

El Puma dijo...

Extrañamente, siendo un devorador de best sellers en los 70 y 80s, no leí nada de Stephen King hasta hace unos 4 años, cuando cayó en mis manos 11 22 63.Y me encantó! Debo señalar Marc que la adaptación para TV me pareció muy buena. Con un excelente protagonista como James Franco, grandes secundarios y una bellísima mujer como Sarah Gadon, actriz de primer nivel (de quien recomiendo fervorosamente otra serie, Alias Grace, basada en una novela de Margaret Atwood).

Sin embargo, no he reincidido con el Rey King. He visto casi todas las adaptaciones de su obra, tanto para la pantalla grande como para la chica. Y las he disfrutado mayormente. Prejuicio, tal vez? No lo se.

El Puma dijo...

PD: Sarah Gadon se luce también en la adaptación cinematográfica de una de las últimas novelas del monstruo de Newark, Philip Roth. La crítica fue muy poco benévola con Indignación'pero a mi me pareció muy buena.

Marc Peig dijo...

Hola, Puma. Coincido en el acierto en la elección de James Franco y Sarah Gadon para su adaptación a la serie de TV, hacen buenísimos papeles y encajan muy bien con los personajes. Mi "crítica" a la serie (aunque no digo que sala mala, sino que no es tan buena como el libro) es que no me transmitió el ambiente de los años sesenta como sí hizo el libro donde se recrea bastante más en la vida del protagonista en esos años (vida cotidiana, digamos).
En cualquier caso, que Stephen King tenga tantas adaptaciones da muestra de su talla como escritor.
Saludos, y gracias por comentar la entrada y añadir la componente televisiva, que también de televisión vive la cultura ;-)
Marc

Lupita dijo...

Hola a todos:
No he leído este libro, pero es que últimamente me apetece más leer los títulos antiguos que tengo pendientes (como It, que no sé cómo no he leído aún) que los nuevos.
Coincido en casi todo lo que comentais; ha perdido garra, se repite y cansa, pero es que ha escrito tanto..vende tanto y se exige tanto..que difícilmente no podría decaer por algún lado.
Mi historia como lectora de King es la de devoradora en silencio al principio,pues como adolescente pedante pensaba que era una literatura banal , y luego ya, despojada de tonterías, la de admiradora, aunque no es de mis lectores "fetiche", por no encontrar forma de decirlo mejor.
Para mí los puntos fuertes de King han sido: la dosificación de la tensión narrativa, la creación de personajes y la forma perturbadora de acercarse a la demencia y los trastornos mentales. Carrie, por ejemplo, es una obra maestra del terror.

Al leer esta reseña, por cierto, muy buena, felicidades, no podía dejar de acordarme de "La cúpula", que presenta una historia extraordinaria y muy intrigante, y que va decayendo hastaun final pobre y decepcionante. Creo que llegué a ella por la serie, que tuvo muy poca audiencia y ni siquiera terminaron de emitirla.
Y lo que recuerdo con más cariño es la película "Stand by me", basada en uno de sus libros, en la que , para mí al menos, estaba brillantísimo River Phoenix. Creo que durante una época mi hermano la veía en bucle.
¿Me podriais recomendar sus mejores libros? Mis favoritos son Carrie, Christine, El resplandor, La Larga marcha y Las doce después de medianoche.
Saludos

Oriol dijo...

Buenas, Lupita. Yo también soy un admirador de King. Te dejo mi lista de favoritos, por si te puede ayudar; verás que son los de terror (sin ningún orden en particular), porque los tengo más frescos, aunque si quieres te puedo buscar entre todo lo que ha publicado.

It, Misery, Cementerio de animales, Carrie, El resplandor y La niebla.

Un abrazo.

Marc Peig dijo...

Hola, Lupita. A excepción de "Cementerio de animales" (que es realmente bueno), no he leído los que recomienda Oriol, aunque confio ciegamente en su opinión. De los que he leído recomendaría, dentro del género de terror, además de "Cementerio de animales", serían "La zona muerta" y "La mitad oscura". En clave fantástica, "Duma Key" y "22/11/63".
Saludos, y gracias por comentar, sugerir y recomendar.
Marc